TIPOS DE LÁMPARAS








Lámpara estándar

Es la de uso más extendido. Su ampolla tiene la forma ovalada clásica y se fabrica en diferentes tipos: clara, mate, coloreada, etc. Su aplicación está destinada a la iluminación doméstica y comercial


Lámpara de vela

Su ampolla tiene forma de vela. Las hay de diferentes colores y se fabrican de los tipos liso y rizado. Su aplicación está destinada a la iluminación decorativa, doméstica o comercial.


Lámpara de globo


Su ampolla tiene forma de globo redondo de gran tamaño. Se fabrican de diferentes diámetros y su aplicación está destinada a iluminación decorativa doméstica o comer- cial y en aparatos abiertos de techo.

Lámpara reflectora

Este tipo de lámpara varía en la forma de la ampolla y en que incorpora un reflector para controlar la dirección del flujo luminoso. El reflector suele consistir en un baño de aluminio aplicado en una de las partes del interior de la ampolla y adopta diferentes formas según la utilidad que se requiera.


Características de las lámparas incandescentes
•Por lo general, su rendimiento luminoso es muy bajo, del orden de 10 a 20 Lm/W.

  • La temperatura de color es de 2 700 ºK.
  • El rendimiento cromático es del 100 %.
  • La posición de funcionamiento es universal.
  • No precisan ningún equipo auxiliar para su              encendido.

Su utilización se limita al alumbrado general y al localizado de interiores (viviendas, oficinas, comercios, etc.) siempre que la altura de su instalación no sea muy elevada.


Incandescentes que utilizan gases halógenos (halógenas) 

Este grupo, conocido como halógenas, es el que utiliza gases halógenos de relleno (normalmente yodo), que disminuyen el fenómeno de evaporización del filamento, ya que el gas halógeno hace que las partículas evaporizadas de wolframio o tungsteno vuelvan a depositarse sobre el filamento de nuevo.
De esta forma, conseguimos alargar la vida de las lámparas a la vez que obtenemos mayor eficacia luminosa, pues la temperatura de funcionamiento puede ser más ele- vada.


Halógenas con reflector metálico

Estas lámparas están constituidas por una ampolla de cuarzo con un reflector metálico de alto índice de reflexión (generalmente aluminio), que puede ser liso o facetado en espiral, dependiendo del tipo de haz luminoso que queramos obtener. Se pueden construir con vidrio protector o sin él. Las que no están protegidas, no se pueden tocar con los dedos, pues con la grasa y el sudor el cuarzo se desvitrifica (pierde transparencia).
La vida media de estas lámparas es superior a la de las estándares y las reflectoras, y se sitúa entre las 2000 y 3500 h, por lo que suelen utilizarse para sustituir a las incandescentes reflectoras. Por lo tanto, su aplicación está destinada al mismo tipo de iluminación que las expuestas para estas.




Halógenos con reflector dicroico
Estas lámparas disponen de un reflector de vidrio con un revestimiento espejeado, lo que evita los inconvenientes de las lámparas con reflectores metálicos: producen menos calor, ofrecen mejor distribución de la luz, dan mayor rendimiento luminoso, poseen una vida media más prolongada y reducen las radiaciones ultravioletas.
Se emplean para la iluminación acentuada en locales comerciales, museos o en  el  hogar. También para objetos, alimentos o textiles sensibles al calor. Las lámparas de colores crean efectos de luz especiales en escaparates (por ejemplo, luz azul en joyerías), bares y discotecas.





Halógenas de vela y de globo
Son lámparas halógenas que funcionan con voltaje normal y están diseñadas para sustituir a las lámparas incandescentes tipo vela, vela rizada o globo, ya que ofrecen un rendimiento luminoso supe- rior y tienen el doble de duración.
Se emplean en iluminaciones domésticas o comerciales en interio- res. Las lámparas de globo se usan en aplicaciones decorativas y     en techos (lámparas colgantes).

Características de las lámparas halógenas
Estas lámparas presentan considerables diferencias con respecto a las incandescentes:
Tienen mayor rendimiento luminoso que las incandescentes y llegan a alcanzar los 30 Lm/W.
La temperatura de color es de 3 000 ºK. Las hay que alcanzan una vida de 4 000 h.


Constitución del tubo fluorescente
 
Los principales elementos de un  tubo  fluorescente  son:  el  tubo  de  descarga,  que  está  en contacto con el medio ambiente; dos casquillos  de  conexión,  provistos  de  sendos  pares de patillas o clavijas, a las que se conectan los electrodos en forma de filamento;         el gas de relleno y los polvos fluorescentes



Tubo de descarga
Es un tubo cilíndrico que aísla los electrodos y el gas de relleno del medio ambiente. Suele ser de cristal o cuarzo y su cara interna va recubierta de una capa de polvos  fluorescentes. Puede adoptar varias formas: recto, circular, en forma de U, etc.
Los diámetros más normales son de 16, 26 y 38 mm, mientras que las longitudes más comunes para los tubos rectos son de 590, 1200 y 1500 mm, que corresponden a los tubos estándares de 20, 40 y 65 W, para los tubos de 38 mm de diámetro, y 18, 36 y 58 W para los de 26 mm de diámetro.



Casquillos de conexión
Los tubos fluorescentes disponen de dos casquillos de conexión, uno en cada extremo, provistos de sendos pares de patillas o clavijas y unidos eléctricamente por los electro- dos. Las patillas de conexión están separadas del cuerpo del casquillo por medio de   una pieza aislante, que puede ser baquelita, plástico, etc.


Gas de relleno
El gas de relleno de los tubos fluorescentes suele ser uno fácilmente ionizable e inerte, como el argón o el neón. Se añade una pequeña cantidad de mercurio   que, mientras el tubo no funciona, permanece en estado líquido. Como el argón es muy ionizable, la primera descarga tiene lugar a través de él, de modo     que genera una temperatura suficiente para vaporizar las gotas de mercurio.
Posteriormente se produce la descarga como si en el interior del tubo solo hubiese vapor    de mercurio.




Polvos fluorescentes
Son los que transforman en luz visible las radiaciones ultravioletas producidas en la descarga. Es, por lo tanto, el elemento más importante de estas fuentes de luz, ya que aproximadamente el 90 % de la luz emitida por los tubos se debe a su acción.
Algunas de las sustancias fluorescentes empleadas determinan el rendimiento y el color de la luz emitida:
Halofosfatos de calcio: alta eficacia luminosa.
Silicato de calcio: buen rendimiento de color.
Aluminatos de magnesio con aditivos: aumentan la          eficacia luminosa y el rendimiento en el color.
Borato de cadmio: produce el color rosa claro.
Silicato de cadmio: produce el color amarillo-rosa.
Silicato de cinc y berilio: produce el color                  amarillo-    verde.
Tungstato de magnesio: produce el color azul.











Comentarios

  1. Hola! He revisado tu publicación, has realizado un excelente trabajo por lo cual has conseguido una nota de 10 de calificación.

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